mi primer quiet book (I)

lunes, 29 de febrero de 2016

¡Buenos días, y bienvenidos un lunes más a (im)possible things!

Esta semana traigo una entrada en la que llevo tiempo pensando, y es que tengo que reconocer que después de hacer mi primer quiet book las últimas navidades, estoy totalmente enamorada de ellos y todas sus posibilidades. ¿Los habéis visto alguna vez?

Un quiet book (traducido como libro tranquilo, aunque sería más correcto el término libro de sensaciones o libro de aprendizaje) es un cuaderno realizado en fieltro o tela pensado como una ayuda para el desarrollo en niños de 0 a 3 años, que contiene diversas actividades en cada una de sus páginas para que los niños experimenten y aprendan. En mi tablero de pinterest podéis encontrar algunas ideas de páginas para quiet book.



Además de ser un regalo perfecto para niños pequeños, son toda una aventura de realizar, ya que puedes hacer, literalmente, todo aquello que desees. Voy a confesar que me lo pasé genial diseñando todas las páginas, y aunque por motivos de tiempo mi quiet book lo realicé en fieltro y tela, me encantaría comprobar cómo queda incorporar algunas cosas de ganchillo y bordados más complejos, que le añaden un extra de textura al libro.

¿Queréis conocer mi quiet book?

Portada del quiet book.
Lo primero, por supuesto, era el diseño. El quiet book fue un encargo de un familiar para su hija, Sofía, que cumplía un añito de edad. No quería que fuera un libro para niña, sino un cuaderno con muchas actividades, que la pequeña pudiera usar durante los próximos años.

Decidí rápido los materiales: tenía claro que las actividades las haría mayormente en fieltro, y al final me decidí por hacer las páginas con tela (piqué con distintos estampados), que es más suave que el fieltro y haría resaltar lo que hubiera cosido sobre él. Además, la tela me permitía dejar un borde deshilachado, lo que le añadía un punto de textura a las páginas que me encanta.

Decidirme por las actividades para las páginas fue toda una aventura, y una de las cosas más divertidas de todo el proceso de diseño. Aunque se pueden descargar plantillas por internet (y hay muchas preciosas), siempre me ha gustado el proceso de diseñar algo de cero, por lo que me puse manos a la obra a crear mis propias páginas, algunas con ideas que había visto en otros quiet books, otras con cosas que se me iban ocurriendo. También tuve que filtrar muchas de esas ideas, que por falta de tiempo quedaron aparcadas. Sin embargo, una de las mejores cosas de éstos libros tranquilos es que, al estar hechos a mano, pueden ser ampliados en cualquier momento: ¡sólo hay que desatar las cintas y añadir las nuevas páginas en su interior!

La primera página no podía ser otra que éste alegre campo, donde los animales de la granja encuentran su comida. Y, ¿qué mejores animales que aquellos que puedes usar como marionetas?

El punto de textura lo añaden el sol, con los rayos sin coser, y el gusano de cuentas deslizables de la parte inferior.

Una de las cosas que quería en el quiet book era emparejar las páginas, dentro de lo posible, de forma que cada par de hojas quedase conjuntado en un tema. Por eso elegí como segundo diseño este árbol de manzanas, que va acorde con el tema de los animales y el campo.

En ésta página las manzanas, que se pegan al árbol con velcro, se deben separar por colores y guardar en la cesta de la base. Además, el árbol no es plano, lo que añade un punto más de interés a la hoja para un niño, que puede tocar y mover sus ramas.

De entre todas las páginas que hice, la siguiente pareja es una de mis favoritas: mi diseño de dos clásicos en los quiet book, que pueden encontrarse de una forma u otra en casi todos los que he visto por internet, y que quedaban tan bonitos que simplemente tenían que ir juntos.


Vi muchos modelos distintos de la página de la mariquita (algunas en las cuales lo que se guarda dentro de la cremallera no son los puntos, sino mariquitas más pequeñas), pero al final me decidí a diseñar la más sencilla: las patitas, con una cinta rizada, aportan textura, y los puntos son lo bastante grandes para que un niño pueda cogerlos sin peligro.




Las flores fueron una de mis decisiones inmediatas: tenía claro desde el principio que ésta pagina la pondría sí o sí. Me encanta la combinación de colores con el fondo a rayas, y que pueda ser tanto un juego para aprender a abotonar como para unir colores o combinarlos de distintas formas.

La siguiente página era uno de los requisitos de la madre de la niña, y contiene una actividad educativa necesaria para el desarrollo de todo niño: un juego de formas.

La incorporación de los colores, y la gran variedad de formas, le dan un poco de dinamismo a éste juego, y gracias a las cintas, que pueden cortarse cuando la niña crezca, evitamos que las figuras se pierdan.

Como podéis ver, intenté incorporar en todas las páginas alguna actividad educativa, aunque no todos los quiet books tienen que ser así: para niños más pequeños, entre 6 meses y un año, pueden ser páginas de sensaciones, hechas con una variedad mayor de materiales y texturas que puedan llamar su atención. Mi quiet book estaba pensado para se usado por niños entre 1 y 3 años: mientras que ahora, con un añito, Sofía seguramente se limite a tocar las piezas y mover las cuentas de colores, según vaya creciendo irá aprendiendo a realizar las distintas actividades.

Como la entrada se está haciendo ya muy larga, en un par de semanas publicaré la segunda parte del quiet book con el resto de las páginas, y el vídeo donde se ve cómo se pueden usar todas las actividades.

¿Que os ha parecido? ¿Habéis hecho alguno alguna vez, o tenéis pensado hacerlo? 

Recordad que podéis encargar el vuestro a través de mi tienda en artesanum 
o escribiéndome a infoimpossiblethings@gmail.com.

6 comentarios:

  1. ¡Qué chulada de libro! Lo que más me gustan son las marionetas de la granja y el manzano. Te lo has currado mucho. Había oído hablar de estos libros pero nunca había visto ninguno. Me parecen un regalito genial para los peques.
    Un besito.

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    1. ¡Hola! Muchas gracias, la verdad que fue un proyecto de lo más divertido. Más largo de lo que había pensado, pero aún así entretenido y muy interesante, yo tampoco había visto muchos antes de ponerme a hacerlo y hay cosas preciosas. Un saludo!

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  2. Sí que los conocía pero nunca he hecho ninguno. Te ha quedado precioso. Yo creo que es un regalo para toda la vida porque cuando deje de jugar con él será un recuerdo precioso que conservar. Un saludo!

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    1. ¡Hola! Muchas gracias. Pienso exactamente igual, cuando creces tiene que ser un recuerdo maravilloso, y como no es algo que se vaya a pasar de moda ni a estropear con facilidad, puedes guardarlo durante años y que pase a nuevas generaciones!
      Un saludo!

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  3. Muy bonito Myriam! seguro que Sofía aprenderá mucho con él. Yo hice uno para mi sobrino,y la verdad es que tienen mucho trabajo!pero el resultado es maravilloso,y se te olvidan las horas,y horas y horas desde que te ronda la idea por la cabeza,buscas información y lo terminas al fin,jaja. Te ha quedao muy bonito.Besos! :)

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    1. ¡Muchas gracias! La verdad que sí, se pasa el tiempo volando! Y a pesar de todo el trabajo que tienen, la verdad es que estoy deseando volver a hacer uno, porque sólo ver como quedan al final merece todo el tiempo del mundo! Un saludo ^^

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